No sé por dónde empezar, parece
que fue ayer aquel tempranísimo lunes 13 de mayo cuando mi amigo Álvaro
Retortillo me recogía cerca de mi casa para llevarme por primera vez a Aguilar
de Campoo, me iba a llevar a mi nueva vida, a mi futuro, a mi vocación, sólo
que yo aún no lo sabía.
Me acuerdo que llegaba nervioso,
con mi rodilla muy dolorida y con un billete de tren que salía de la estación a
las 16:20.
Todo el mundo me preguntaba; ¿Qué
tal por el pueblo que huele a galleta?, ¿Debe hacer mucho frío por allí
verdad?, también la situación era curiosa, ya que iba a trabajar en el pueblo
que tiene mi mismo apellido.
Me invadían las dudas en un
primer momento, ¿encajaré bien aquí?, ¿estaré bien fuera de casa?, ¿Llevaré
bien la situación de ir y volver poquitos días a Aguilar y a Valladolid?. ¿Haré
bien mi trabajo? Me acuerdo mucho de lo que me dijo mi compañera de Máster y Amiga
CRIS: "Rodri, da la talla, porque lo vales"
La situación fue tan impredecible
que cambió totalmente cuando al mes ya estaba viviendo allí, pero ahora me toca
ser sincero, y sé que lo he dicho muchas veces y de muchas formas, pero desde
el primer momento que puse el pie en ese hermoso pueblo, me invadió el
sentimiento de ese lugar, de sus costumbres, la forma de ser de su gente, de su
aroma, me enamoré de sus personas...
Me parece muy difícil expresar o
contaros por aquí todo lo que he sentido y vivido en estos últimos 8 meses,
pero sólo puedo decir que han sido los más fuertes e intensos de mi vida, en el
buen sentido, y los voy a llevar en el corazón para siempre.
Supongo que cuando te marchas
fuera de casa las emociones que experimentas son mucho más fuertes, y es
posible que se acaben convirtiendo en propios sentimientos, tan intensos que
cuando recuerdo esos buenos momentos, siempre lo hago con una sonrisa en la
cara.
Todo el tiempo que he estado en
Aguilar he intentado sacarle todo el jugo posible a cada instante, "vivir
la vida en cada soplo de aire". He
sentido afecto, cariño, seguridad y alegría, sentimientos tan grandes, tan
importantes, pequeños detalles, que me han tocado el corazón y no se pueden expresar
con palabras escritas, sólo con lágrimas y acciones.
Desde niño me han enseñado la
importancia y el significado que tiene "dar las gracias" y puedo
decir que me siento muy orgulloso de poder hacerlo y dárselas a este Pueblo,
porque ha sido este lugar el que me ha brindado esa oportunidad de crecer
personal y profesionalmente y gracias a ello ha sido aquí donde he encontrado mi Vocación, y dónde he sido muy feliz.
Gracias a mi Familia y a mis
padres y a mi hermana Irene, porque os quiero y sin vosotros no podría haber
conseguido esto. Me siento muy afortunado de teneros.
Gracias a todos mis compañeros
del Máster de RRHH porque habéis sido el motor y el impulso para estar aquí.
Gracias a todos mis compañeros y
colegas de la Fundación Santa María la Real: Con especial Cariño a Dani,
Ernesto, Álvaro, Aitor, Josemi, Fer, César, Raquel, Soraya, Carmen ...
Gracias a mis Colegas del Perro
de San Roque, Pape y Marta por esas noches tan buenas.
Gracias a Ester por ser una
persona de las que no quedan, estar ahí siempre y por transmitirme esa energía
y positivismo que tienes. Eres el ejemplo de alegría en la vida.
Gracias a mi compi de piso Feli,
por rescatarme y hacerme la vida más sencilla en nuestro "Hogar".
Gracias de Corazón a todos los
participantes de la Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario de Aguilar,
por haberme ayudado a encontrar mi vocación y aprender de vosotros.
Gracias a Naxo, Henar y Miguel
por ser mis amigos y por hacer que la distancia no nos separe en los momentos
difíciles.
Gracias a mis Hermanos Vielba,
Jero y Jorge, por todo, por ser como sois y por haberos conocido y crecer
juntos desde niños y tener lo que tenemos ahora, porque sois mi tesoro más
preciado y sin vosotros esto no sería posible.
Gracias de Corazón a Tais,
Humberto, Paula, Eva, Poncho e Isis por absolutamente todo, porque sois los
grandes culpables de llevarme un pedazo de Aguilar y guardarlo en mi corazón
para siempre. Porque sois las personas que la gente merece conocer y me siento
orgulloso de poder llamaros amigos.
Gracias a Luís Poveda por poder
contar contigo y por esa cercanía, y ejemplo de amistad y compromiso.
Gracias a Charli, por haberme
aceptado en la Fundación.
Gracias a mi Equipo de trabajo, a
Gúmer porque me he sentido desde el primer día como en casa y haber pasado unos
momentos inolvidables juntos y darme las oportunidades de futuro. A Álvaro, por
ser mi amigo, mi compañero y por haberme dado la oportunidad de crecer, de
disfrutar con tu música y de ser el espejo donde mirarme. Y a mi Roci, porque
sin ti a mi lado esto no hubiera sido posible, tengo tanto que agradecerte
amiga, quiero que sepas que eres una persona increíble y que te mereces el
cielo y todo lo mejor en esta vida y sabes que estaré siempre ahí para lo que
necesites.
"Cuando algo acaba, algo
nuevo empieza" Ahora se presenta una nueva etapa en mi vida, pero no
quiero cerrar mi "círculo" de Aguilar de Campoo, porque esto no es
una despedida, sólo es un "Hasta Pronto Amigos" porque Aguilar ahora
es también mi casa.
Quiero despedirme dando las
gracias otra vez a la gente que tanto he querido, y me gustaría hacer referencia
a la frase que escribió una persona, que sentimentalmente me ha marcado para
siempre, en un Blog relacionado con una experiencia posiblemente parecida...
"Gracias a la vida que me ha
dado tanto"
Rodri.